Realidad y fantasía cerca de Orión
Los clásicos nos dejaron 48 constelaciones, viviendo en unas latitudes que les impedía ver una parte considerable del cielo. Por esto las australes (del hemisferio sur) tuvieron que esperar bastante más de 1000 años, hasta la época de los grandes viajes navales de exploración, para formar parte del catálogo.
En 1603 el astrónomo austriaco Johannes Bayer (1572-1625), el mismo que introdujo el sistema de nombrar a las estrellas con una letra griega y el genitivo de la constelación, publicó la famosa “Uranometría”, en la que añadía varias constelaciones más. Una de ellas la colocó en la lámina correspondiente a Canis Major. Es pequeña y sin estrellas muy brillantes y está debajo del cinturón de Orión, a casi dos palmos hacia el exterior de la esfera celeste. No fue muy tenida en consideración hasta que en 1679 dos astrónomos, el británico Edmund Halley (1656-1742) y el francés Augustin Royer (¿), las incluyeron en sus publicaciones. Es COLUMBA (la Paloma), identificada con la que Noé envió desde su Arca para saber si el Diluvio había terminado y podían salir de nuevo al exterior. Sus dos estrellas principales no son difíciles de observar porque están en una zona donde no hay otros objetos deslumbrantes: PHAET (de etimología dudosa, tal vez relacionada con el árabe “tierra”), de magnitud 2,6, y WEZN (del árabe “peso”), de magnitud 3,1. Las dos están en el lomo de la paloma y eran consideradas como los Buenos Mensajeros.
Hay un modo especial de nombrar a las ESTRELLAS VARIABLES, usando las letras de la R a la Z y, cuando son más de nueve, otros grupos de letras. Pues bien, en Lepus hay en su parte derecha una famosa por ser de las más rojas que se conocen. Se llama R-LEP o ESTRELLA CARMESÍ DE HIND, que la descubrió en 1845, y que varía entre 6 y 10 cada 430 días.
Y nos queda por visitar la fantasía, representada por MONOCEROS (el Unicornio), a la izquierda de Orión y entre los dos Perros. Para localizara, es mejor
Resumiendo, a finales del siglo XVII existían 72 constelaciones. En 1763, en una obra del francés Nicholas de Lacaille, aparecieron las 14 constelaciones circumpolares australes y, finalmente, las dos que faltaban nacieron en los años `20 del siglo pasado, al dividir el belga Eugéne Delporte la Argo Navis en tres: la Quilla, la Popa y las Velas, con lo que ya están las 88 actuales.
Hoy, 25 de enero, a eso de las 11 de la noche, Phaet y Wezn están a casi un palmo por encima de La Moheda, Arneb y Nihal, a casi dos palmos, pero más hacia Moraleja, y el Unicornio se extiende por encima de Calzadilla, a una altura de entre dos y tres palmos.