jueves. 25.04.2024

Introducción I .-

No pretendo ser exhaustivo, mi labor es simplemente introductoria, pero con vocación divulgativa y con las mejores intenciones, no soy especialista en la materia, sólo me avala una gran curiosidad por estos seres y la experiencia como setero de algunos años, pero si con ello evitamos un sólo envenenamiento, daría por aprovechado mi tiempo.

Mi fuente principal será el Dioscórides, así como algunas guías de hongos de la Península Ibérica, ya que, sin profundizar en un mar de taxones que se actualizan a cada momento, y tras una introducción general, nos centraremos en las especies más interesantes y populares de las que habitan nuestra Sierra de Gata.

Como dijo Roger Heim en su famosa obra "Les Champignons": "Como los hongos, no se encontrarán seres que fuesen a un tiempo tan encomiados y tan detestados de profanos y de sabidos, del vulgar y del prestante.  Porque son buenos para todo, para lo mejor y para lo peor".

Los hongos no dejan indiferente a nadie, para bien o para mal, unos los adoran, buscan y consumen y otros los odian, temen y destruyen.  Ello nos lleva a la antigua división entre pueblos micófilos y pueblos micófobos, los que históricamente los consumen y se aficionan a ellos y los que desde siempre sintieron una repugnancia innata hacia los hongos que les lleva a rechazarlos e incluso destruirlos, pues piensan que así preservarán al prójimo del seguro envenenamiento.

Para combatir la micofobia, nada mejor que la información y el conocimiento, pero sin caer en la generalidad de la antigua distinción entre hongos "buenos" y hongos "malos", puesto que en realidad todos son buenos debido a la tarea de reciclaje que realizan en el ecosistema del que forman parte y sería una ignorancia por nuestra parte el destruir lo que a nuestro juicio pueda parecernos malo.

Según el diccionario de los hongos, este reino tiene unas 103 órdenes, 484 familias, 4.979 géneros y más de 80.000 especies identificadas, lo que nos lleva a una diversidad inabarcable, que nos obliga a concretar en las especies que originan setas.

El Reino de los hongos se divide, básicamente, en cuatro grupos o filos:  Ascomycota, Basidiomycota, Chytridiomycota y Zygomycota, de los cuales tan solo los filos Ascomycota y Basidiomycota, forman micorrizas, que son los hongos que fructifican en setas y que abarcan las especies más populares de nuestro entorno.

La palabra micorriza, hace referencia a una simbiosis entre el hongo y las raíces de una planta, que normalmente será un árbol, pero que no tiene porqué ser siempre así.  El hongo recibirá de la planta hidratos de carbono y vitaminas que no puede sintetizar por sí solo, mientras que el árbol recibirá nutrientes minerales y agua.  Esta simbiosis tan beneficiosa y enriquecedora para el ecosistema entre ambos seres vivos, no entiende de "malos" y "buenos", sino que la realizan todas las setas, que no son más que la floración o fructificación de todo el entramado de raices llamadas "micorrizas" que se desarrollan bajo las condiciones adecuadas en el suelo del bosque.  Por ello, la primera norma a tener en cuenta cuando salgamos a buscar setas, será la de respetar y preservar todas las setas, también las desconocidas o las venenosas, puesto que enriquecen nuestros bosques con su colorido y su labor simbiótica.

NUNCA deberemos destruirlas, podemos fotografiarlas, identificarlas y finalmente las dejaremos finalizar su ciclo vital.  Tampoco recolectaremos las que, aunque comestibles, sean demasiado pequeñas o ya se encuentren pasadas, puesto que si queremos seguir cogiendo setas más adelante así como en la próxima temporada, debemos preservar algunos ejemplares más pasados, que ya no aprovecharemos para comer, puesto que están invadidos por insectos y larvas.
 

Hongos