jueves. 28.03.2024

Figuras y rostros pétreos de Sierra de Gata

Según ciertos autores como Guadalupe López Monteagudo, estas cabezas podrían englobarse entre las denominadas cabezas-trofeos, cabezas-cortadas o têtes-coupées del mundo céltico. Para esta autora los celtas eran un pueblo entre los que existía la costumbre de cortar la cabeza a sus prisioneros y colgar éstas en las puertas de acceso a sus viviendas o usarlas para decorar las puntas de sus lanzas

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Calle de Darío Bacas en Cilleros

En algunas localidades de Sierra de Gata nos podemos encontrar en los muros de ciertas viviendas una serie de representaciones pétreas que nos sorprenden; ya que nos devuelven en determinados casos al mundo céltico y en otros al medioevo; cuando estas tierras fueron el epicentro de fuertes conflictos entre la cristiandad y el Islam. No sabemos cuántas de ellas se han perdido con el devenir de los tiempos, lo cierto es que no se hallan en todos los municipios de la comarca y en algunos casos su ubicación se circunscribe a las partes más antiguas de estos pueblos; casi siempre en lo que fue el núcleo original del casco urbano. Por este motivo algunas son difíciles de encontrar e incluso su visibilidad a ciertas horas del día se ve limitada.

Descartando todas aquellas representaciones de la mitología medieval que se han representado en las distintas gárgolas de las iglesias de Sierra de Gata, o aquellas que puedan tener alguna relación con la iconografía eclesiástica es interesante contemplar unas representaciones pétreas que son únicas en Sierra de Gata.

No todas estas esculturas son iguales, existen básicamente dos modelos claramente diferenciados: Uno en el que se englobarían todos aquellos rostros o representaciones humanas realizadas en piedra granítica, y otro que serían figuras zoomorfas, también en granito. Se insiste en aclarar el tipo de material utilizado; ya que en las representaciones encontradas en Sierra de Gata de la época del bronce la mayor parte de ellas están realizadas en otro tipo de material (pizarra); siendo la calidad artística bastante más primitiva, limitándose a pequeñas incisiones en la piedra para formar un dibujo.

Según ciertos autores como Guadalupe López Monteagudo, estas cabezas podrían englobarse entre las denominadas cabezas-trofeos, cabezas-cortadas o têtes-coupées del mundo céltico. Para esta autora los celtas eran un pueblo entre los que existía la costumbre de cortar la cabeza a sus prisioneros y colgar éstas en las puertas de acceso a sus viviendas o usarlas para decorar las puntas de sus lanzas.

Cabezas de este tipo, como las que se conservan en Sierra de Gata, se pueden encontrar en otras partes de la península; aunque es de destacar que no son muy numerosas. Curiosas pueden resultar las cabezas que se hallan embutidas en la pila bautismal románica de la ermita de la Virgen de Cabañas en la localidad zaragozana de La Almunia de Doña Gomina y que guardan una extraordinaria similitud con las cabezas grabadas en la columna que se conserva en el museo de Nîmes y que proceden de Entremont (Provenza).

Entre las localidades de Sierra de Gata que poseen estas joyas del arte escultórico se encuentran:


San Martín de Trevejo: la mayor parte de las cabezas de figuras humanas que se han localizado en este municipio serrano y en sus alrededores se guardan en la casa-palacio de la familia Ojesto. Una de las últimas familias aristocráticas de Sierra de Gata que ha tenido el mérito de haber sabido conservar todos aquellos objetos que se han encontrado en esa vertiente del Val de Xálima (Eljas, San Martín de Trevejo, Villamiel y Valverde) habiendo convertido esta casona en un auténtico museo. 

Una de estas caras guarda un extraordinario parecido con otra de las cabezas que se conservan en Acebo. Tiene reproducido el mismo esquema y los mismos rasgos, incluso ambas parecen tener un casco en la cabeza, como los que aparecen representados en algunos cuadros de pintura medieval.

En el patio de la vivienda de esta familia se conservan varios rostros de seres humanos. Realizados en piedra granítica tienen un labrado bastante primitivo y algunos ubican su origen en la época vetona. Junto con estas figuras se conserva también un monolito denominado “o Moiru”, encontrado en una finca de Villamiel y que José Luis Martín Galindo vincula con los ídolos de la cultura castreña galaico-portuguesa del norte del Duero y que es muy similar al coloso de Pedralva hallado cerca de Guimaraes.

Acebo: En la zona conocida como la Torrita nos encontramos dos cabezas humanas, que según la descripción que realiza Strabón de los habitantes de la Península Ibérica, podrían representar a dos guerreros vettones. Es un trabajo bastante rudimentario de esculpido en piedra que ha servido para decorar la fachada de una vivienda de pequeñas dimensiones, en una de las zonas más antiguas del casco urbano. Una de esas cabezas tiene una pequeña incisión a la altura de la frente y que aparentemente parece querer representar una cinta que sujetaría el pelo de este guerrero, supuestamente vetón. Según nuestro geógrafo griego los vetones solían entraban en combate desnudos, con una espada falcata y un escudo de pequeñas dimensiones.

En otra de las calles de Acebo, cercana a la plaza mayor del pueblo, nos encontramos en una fachada de una vivienda rehabilitada una de las pocas figuras zoomorfas que podemos contemplar en Sierra de Gata. Esta parece representar la cabeza de una tortuga.

Curiosa, en cambio, nos resulta la que se encuentra en la calle de la Barquilla y que parece ser el rostro de un niño pequeño. Esta cara tiene un estilo más depurado e incluso parece bastante más actual, aunque guarda un cierto aire con las esculturas de origen romano. Pero debido a las diferencias tan notables con respecto a las otras es difícil fecharla.

Villamiel: En esta localidad existe una escultura realmente extravagante, en una de las calles más angosta de esta urbe visigoda, y cercana a la parroquia de este municipio nos encontramos, con una calavera sujetada por dos manos esculpida en granito.

Según Domingo Domené podría ser parte de la representación de la llamada Escarrapachá del Teso. Ésta consistiría en una imagen de mujer esculpida en piedra que se encontraría abierta de piernas y que aparecería atada por la cintura con una cuerda de cuyos extremos colgarían dos calabazas de la que tirarían dos hombres y que se habría realizado en el siglo XIII .

Según esta descripción parece una representación bastante parecida a la de la mujer panzuda de Villasbuenas y que tendría un claro sentido de fecundidad; aunque Domingo Domené apunta la posibilidad de que esta decoración perteneciese a un antiguo prostíbulo. Lamentablemente este conjunto artístico se perdió durante mediados del siglo XX por la incultura de una encargada del ministerio de Educación.

Santibáñez el Alto: En este pueblo nos encontramos en la fachada de una vivienda cercana a la plaza de toros dos cabezas de seres humanos que según su actual propietaria representan a un moro y a una mora; y que originalmente se encontrarían en el edificio palaciego que existía en el castillo de esta localidad, y cuya función era la de ser los guardianes de la entrada principal del mismo. Estas cabezas de seres humanos tienen un estilo claramente diferenciado de las anteriores y parece que su realización puede centrarse más en el medioevo que en la época de los pueblos prerromanos; y a diferencia de los conservados en las otras localidades, éstas han sido realizadas en relieve sobre una piedra de granito que finalmente ha sido embutida entre los sillares del muro principal de la casa.

También nos resulta curiosa la figura de un zorro o zorra labrada en piedra y que forma parte de la decoración de una fuente pública de agua potable que se encuentra en el centro del casco urbano.

Villasbuenas de Gata: En esta localidad, detrás de la iglesia y en la fachada de una casa que da a una calle bastante estrecha aparece una representación en la parte baja de una ventana de una mujer desnuda; aparentemente embarazada y que es conocida vulgarmente por el nombre de la MujerPanzuda. Esta imagen de una mujer supuestamente embarazada nos enlazaría directamente con la Venus de los pueblos primitivos, y que no sería ni más ni menos que un símbolo de fertilidad.

En la misma fachada existe otra representación que aparenta ser una figura humana desnuda, aunque es difícil adivinar si se trata de la representación de un niño o de una persona adulta. Nos resulta sorprendente su ubicación ya que se encuentra en una de las esquinas del inmueble.

En otra de las ventanas del mismo inmueble aparecen otras de las pocas figuras zoomorfas de Sierra de Gata y que podría querer representar el cuento de la zorra y la gallina.

Villanueva de la Sierra: Es una de las localidades más orientales de Sierra de Gata, casi limítrofe con las Hurdes, y en la que en una ménsula situada en lo que fue el
 pósito aparece esculpida una cara de un ser humano de pequeñas dimensiones y que guarda bastante parecido con los rostros de Santibáñez el alto, aunque también nos recuerda a las máscaras de teatro de la antigua Roma.

Cilleros: Cuenta al menos con seis rostros esculpidos en piedra: dos de ellos se encuentran esculpidos en las jambas de una casa en la calle Darío Bacas, otras dos en una fuente del Paraje del Porquerizo y las dos últimas en una fuente situada en la calle mataderos. Según Luis Ramajo estas dos últimas podrían representar la cabeza de un oso y de un ser humano.

Fuente: Figuras y Rostros Pétreos de Sierra de Gata. Autor Jesús C. Rodríguez Arroyo. Artículo de la Revista Alcántara nº 67, año 2007

Figuras y rostros pétreos de Sierra de Gata