viernes. 26.04.2024

Tomen lápiz y papel y escriban: --o pónganse un aviso en su smarthphone-- el próximo domingo, 8 de diciembre, día de la Inmaculada, a partir de las once de la mañana, Villasbuenas disfrutará de la segunda edición de El Puchero del Gato. Música, artesanía, talleres, historias y amigos alrededor de un buen plato de lentejas cocinadas con el saber único de Ángelines.

“Se hace camino al andar”, comentaba a este diario parafraseando al poeta Mónica --propietaria del Gato Negro-- el año pasado. La joven empresaria camina para consolidar El puchero del gato como una cita anual de amigos, gastronomía tradicional y cultura.

De hecho, el origen de esta cita se encuentra en la iniciativa de un grupo de amigos que se organizaron para promocionar, para apoyar, su bar, su local favorito. Y en el puente de la Constitución se dan cita en Villasbuenas, los artesanos, músicos, artistas, dinamizadores y actores con mayor tradición en la Sierra.

La Candela, --asociación cultural fundada por Pepa, Elva y Susana-- Batukada Kallejera --bajo la dirección de Moisés, Laura, --conocida hada infantil-- , los artesanos y productores ecológicos serranos se han puesto de acuerdo y, con la colaboración del ayuntamiento, han organizado esta segunda cita de amigos.

Como se trata del puente de la Concha, durante todo el día estará instalado al sol el mercadillo artesanal y ecológico, los mejores productos de la comarca para llevar a casa de regalo.

Mientras los mayores compran, los pequeños se van tras Laura, su flautista de Hammelin-- para pintarse caras y vivir historias. A la hora del aperitivo, comenzará a escucharse Reperkusión kallejera, batukada a todo ritmo, y a partir de las dos, el olor del puchero de Angelines comenzará a congregar a mayores y chicos.

Este año, tras el puchero se podrán adquirir bizcochitos y tartas de postre a beneficio de la Escuelita del Bosque.

Y, a la hora de la sobremesa, mientras los mayores tomamos un café al sol, los pequeños disfrutan del teatro de marionetas en el salón de la casa de la cultura.

Cuando se vaya el sol, las imágenes serán sustituidas por sonidos batukos y, por la noche, una jam--session de músicos residentes y visitantes podrán fin a un día de fiesta y amigos.

El Gato Negro cocina su segundo puchero