viernes. 26.04.2024

A nadie le puede extrañar que el Banco de Santander incumpla los compromisos adquiridos con sus clientes y el último ejemplo lo tenemos en Hoyos, donde hasta hace cinco meses operaba con plena normalidad y gran calidad en su servicio la Agencia colaboradora de Banesto, hoy integrado plenamente en el Banco de la familia Botín.

La Oficina colaboradora de Banesto llevaba funcionando en Hoyos cinco años durante los que ha ofrecido un servicio personalizado y centrado en la satisfacción del cliente. Tras la fusión de esta entidad con el Banco de Santander, su oficina en Hoyos fue clausurada y más de 300 clientes obligados a desplazarse o bien a Valverde del Fresno o bien a Moraleja para realizar cualquier gestión bancaria, puesto que si utilizan una entidad diferente a la suya, el cobro de importantes comisiones está garantizado. Aún hay más. Si el cliente acude a cualquier oficina del Santander que no sea su oficina principal, se verá con numerosos inconvenientes para realizar operaciones tan habituales como la retirada de efectivo --solo puedes sacar 299 euros sin la autorización de tu oficina-- no te cancelan tarjetas o no te dan nuevas claves de acceso para trabajar on line. De nuevo, parafraseando a mi estimado vecino Angel, “la mierda siempre cae para el mismo lado”.

“Tras la fusión, tanto los clientes como el propio agente colaborador responsable de la oficina, pensábamos que todo iban a ser ventajas para el cliente final, pero ha ocurrido todo lo contrario”, declara a este diario Luis Rubio, exagente colaborador y responsable de la oficina de Banesto durante los últimos cinco años. “Finalmente se han incumplido los compromisos adquiridos con el agente, y los clientes se han quedado sin oficina que les atienda en sus necesidades diarias”, añade Rubio.  Actualmente, en la localidad solo opera Caja Extremadura.

Este diario lo hacemos todos. Contribuye a su mantenimiento

ING Direct - Sierra de Gata Digital
Nº CC ES 80 1465 010099 1900183481

El Banco de Santander deja sin servicio a más de 300 clientes en la Sierra