Lagartija es una vaca negra, grande, de gran estampa y cuernos enormes que tiene 16 años de edad. Esta vaca recia y hermosa es descendiente directa de la vaquería que regentaba doña Teresa Berjano allá por los inicios del siglo XX. Esta vaca nacional pertenece a la ganadería de la familia villamelana sucesora del ínclito Daniel Berjano y propietaria, entre otras, de la finca La Nava del Rey. En la imagen en blanco y negro que acompaña este artículo puede verse la ganadería de Teresa Berjano pastando en el prado junto al cruce de Trevejo y Villamiel a principios del siglo XX.
Esta no es la primera vez que Lagartija ha tenido partos múltiples. De hecho ya parió en otra ocasión mellizas pero “esta es la primera vez que ha tenido trillizas”, declara a este digital Daniel González que, junto a su padre y el encargado, lleva la ganadería en Villamiel.
Hasta donde sabe Daniel “en la zona no se ha producido nunca un nacimiento múltiple de estas características”. Investigando en Internet, el joven cineasta y ganadero ha encontrado dos nacimientos de terneras trillizas en San Roque de Riomiera (Cantabria) y en Higuera la Real (Badajoz). Sin embargo, el parto de Villamiel parece único ya que “se ha tratado de nacimientos sucesivos”, declara González. “En el primer parto tuvo mellizas y cuatro días más tarde nació la tercera ternera que, como sus hermanas, nació en perfecto estado de salud”. Las dos primeras terneritas nacieron el pasado 2 de julio, junto al río, y cinco días después, el 7 de julio, nacía la tercera ternera en perfecto estado de salud.
"De momento, Lagartija tiene montones de leche y está alimentando a las tres terneritas ella sola", señala Daniel González. "Ya veremos cómo se desarrolla la cosa, pero si el gen especial funciona también en las tres terneritas, pronto tendremos una ganadería enorme", comenta divertido el ganadero.
La ganadería de La Nava del Rey está formada por cincuenta ejemplares de vacas nacionales y toros limousines. Detrás de esta elección hay un motivo claro “son animales que paren muy bien y apenas tenemos terneros que presenten problemas al nacer”, razona Daniel González. De hecho, Lagartija tuvo a sus tres terneritas de parto natural, sin necesitar ayuda de ningún tipo. La ganadería de La Nava del Rey pasta en extensivo en esta finca deliciosa que guarda entre su paisaje la ermita familiar en honor a la Virgen de la Oliva. Por este motivo, ninguno de los responsables de la ganadería estuvo presente durante el parto.
Las terneras trillizas aún no tienen nombre “porque solemos ponérselo cuando decidimos si se quedan o no para cría". Los responsables de la ganadería esperan para cruzar a sus animales hasta que las hembras tienen dos años ya que “si las cruzamos antes, detenemos su crecimiento por cuestiones hormonales”, explica Daniel González.
Las tres terneras trillizas son la viva estampa de la madre, Lagartija.
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