Hasta ahora el periodo legal de rebajas de invierno tenía lugar desde el 7 de enero hasta el 31 de marzo, y las de verano, del 1 de julio al 31 de agosto, cada año lo decidía el organismo competente de la comunidad autónoma en cuestión. Los comerciantes debían ofrecer sus descuentos en este periodo, con un mínimo de una semana y un máximo de dos meses.
El Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, que ha modificado casi todo, IVA, desempleo, jubilación etc., también nos ha cambiado las rebajas, como las hemos conocido hasta ahora.
En concreto, modifica la Ley de Comercio Minorista, y ¿qué cambia?, pues para empezar las fechas en que se producen, cuando decida el comerciante, y su duración, la que él mismo establezca.
En cuanto a los productos, antes era preciso que el producto rebajado hubiese estado a la venta al menos un mes antes, ahora simplemente con anterioridad (puede ser temporada anterior, interpreto yo).
Cada comerciante decidirá libremente tanto los periodos estacionales como su duración, para ofrecer rebajas en menos de la mitad de los productos ofrecidos. Asimismo, se eliminará la prohibición que hasta ahora impedía sacar a la venta saldos que no hubieran sido puestos a la venta con anterioridad y se suprimirá la obligación de informar al público del período de vigencia de una promoción.
Bueno no sé qué opinan ustedes, bueno depende de si son o no comerciantes, pero desde el punto de vista del consumidor, en el que yo me sitúo, pues creo que se crea mayor inseguridad jurídica, pero bueno, si el objetivo es el fomento de la competitividad… cada uno que opine, y si lo desean compartir ya saben …participen. Si ya en el pasado suscitaban quejas y reclamaciones las rebajas, con estas modificaciones, entiendo que se incrementen.
En cualquier caso, a tener en cuenta:
- Los artículos rebajados han de tener la misma calidad que tenían cuando se vendían a su precio original. La venta de productos defectuosos, viejos o estropeados es un saldo y debe anunciarse como tal.
- En principio, los comerciantes no tienen obligación de aceptar la devolución de ningún artículo, salvo que el producto que se pretende devolver esté defectuoso. Sin embargo, son libres de aceptar todo tipo de devoluciones y muchos lo hacen como detalle comercial.
- Cuando el comerciante acepta la devolución de productos en buen estado, es libre de decidir si los cambia por dinero o por “vales” para gastar en otros productos de la tienda. Lo único que no puede hacer el comerciante es ir en contra de lo que publicite o informe.
- No es legal que al devolver un producto en época de rebajas nos den el precio rebajado, en vez de lo que nos costó realmente
- Cuando un establecimiento luce el distintivo de que se acepta el pago con tarjeta, debe aceptarlo siempre, salvo que se indique de forma bien visible que queda excluido el periodo de rebajas, y esta información permanezca en el establecimiento todo el año.
- Haya rebajas o no, la garantía es de dos años a contar desde el momento en que se entrega el producto.
- Para luchar contra la compra compulsiva, se debe reflexionar sobre lo que realmente necesita y recordar que a menudo, hay rebajas primeras, segundas, terceras…
- Se debe exigir y guardar el ticket de compra por si surge algún problema, pues es necesario para cualquier reclamación (también es útil conservar las promesas publicitarias del comerciante, pues tienen valor de contrato y se puede exigir su cumplimiento).
- Recordar que los establecimientos adheridos al sistema arbitral de consumo ofrecen más garantías al comprador, ya que en caso de desacuerdo se prestarán a resolver sus diferencias con el cliente de una manera rápida y gratuita.
Cada consumidor, al exigir que se cumplan sus derechos, contribuye a que las irregularidades se vayan corrigiendo.
