jueves. 02.05.2024

El Observatorio para la Convivencia Escolar en Extremadura ha presentado un informe sobre la convivencia en los centros escolares donde se recogen los datos estadísticos referidos a incidentes en la convivencia (conductas contrarias y gravemente perjudiciales) producidas en los centros de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, PCPI, Bachillerato y Formación Profesional, a lo largo del curso 2011/2012. Dicho informe se acompaña de un análisis cualitativo de los mismos que concluye que, en líneas generales, el clima de convivencia en los centros es bastante satisfactorio.

Según estos datos, es durante las clases (69,67%), en el recreo (12,72%) y en el intercambio de clases (11,4%), los lugares y momentos donde se producen los incidentes con mayor frecuencia. Estas actuaciones son más significativas en el nivel de Secundaria, muy por encima del resto de las etapas escolares, y son debidas, principalmente, a la presencia en las aulas de un número de alumnos bastante desmotivados y desinteresados por los estudios lo que conlleva, además de bajas calificaciones, actitudes que obstaculizan el desarrollo de la labor docente.

Entre las conductas contrarias más reiteradas, destaca la perturbación del orden normal de la clase, desconsideración hacia profesores o miembros de la Comunidad Educativa y la insistencia en desobedecer las orientaciones del profesor. En cuanto a las conductas gravemente perjudiciales, muy inferiores en todos los niveles (tan solo un 2%), se basan, fundamentalmente, en la reincidencia, el incumplimiento de las correcciones impuestas y, en menor porcentaje, vejaciones, injurias y ofensas.

Las medidas correctoras más empleadas en Secundaria parecen centrarse en la suspensión del derecho de asistencia al centro (entre uno y tres días) y la supresión del derecho a participar en actividades extraescolares. Según las aportaciones realizadas por los centros, resultan mucho más eficaces las medidas preventivas que las sancionadoras, dado que estas últimas tienen un carácter ejemplar para el resto del alumnado y de la Comunidad Educativa. Se insiste, además, en que los protocolos de actuación exigidos ahogan, en muchas ocasiones, la efectividad de las sanciones impuestas.

Por lo que se refiere a la actitud de las familias, es de colaboración; excepto en los casos más graves, donde sería, precisamente, más necesaria. Esto es así porque a los padres, aunque entiendan que es necesaria la sanción, no les agradan aquellas que conlleven pérdida de asistencia a actividades lectivas. En este sentido, es imprescindible contar con el apoyo de todos los agentes educativos, incluidas las familias, cuyo compromiso en la educación de sus hijos es una condición ineludible para la mejora de la educación.

Por otra parte, es fundamental mejorar los programas contra el absentismo escolar que afecta, sobre todo, a alumnos pertenecientes a minorías étnicas, que acumulan faltas sin justificar. Debe insistirse en la importancia de la educación emocional, la educación en valores y en habilidades sociales, además de un mayor control, por parte de la Administración Educativa, en los procesos de escolarización. Y, por supuesto, es imprescindible la formación del profesorado en estrategias de mediación y resolución de conflictos.

El Observatorio para la Convivencia Escolar en Extremadura ha presentado su último informe