Existe, en este tiempo nuestro que nos ha tocado vivir, la tendencia a etiquetar todo con adjetivos grandilocuentes y exagerados que ocultan el sustantivo y lo sustantivo de las cosas. Algo...
Desde el mismo día del incendio, que con inquietud viví y seguí en Descargamaría donde me encontraba pasando mis vacaciones, hasta hoy, he leído, visto y...
El pino Marro toma su nombre del juego del mismo nombre, Marro, antaño muy popular en los pueblos de Castilla. Sin embargo, el hecho de cortar, arrastrar y levantar un árbol, un...
Conocí a Alfonso Naharro hace ya muchos años, a comienzos de los noventa, cuando a lomos de su caballo recorría los pueblos de la sierra de Gata indagando en su historia y sus...
A nadie se le escapa, a estas alturas, la belleza de los pueblos y paisajes de la sierra de Gata. Hace apenas un mes aparecía un artículo en una revista de tirada nacional donde se...
Recuerdo, siendo niño, haber acompañado a mi abuelo a un pinar del pueblo donde hacía una entresaca de pinos. De entonces guardo el recuerdo de un obrero, motosierra en mano,...
Parece que fue ayer y ya han pasado diez años. Fue en 2004 cuando un grupo de personas residentes en el pueblo y otras que vamos en vacaciones, decidimos recuperar la tradición del...
Cuando me enteré de la desaparición del periódico “La crónica de la sierra” pensé, la cultura como siempre es la primera a la que meten la tijera en época de vacas flacas. Afortunadamente, al poco tiempo, conocíamos que su lugar lo ocupaba “Sierra de Gata digital”. Desde entonces, con aplicado interés leo lo que publica sobre lo más próximo a nosotros, nuestra tierra, aunque estemos ausentes de ella.
Da igual la estación, lo mismo da que haga frío o calor, que dormite el paisaje bajo la blanca escarcha del invierno o se agite por los vientos otoñales o palpite por la savia que se despereza en primavera o sestee adormecida por el canto de la chicharra estival, la sierra de Gata no dejará de sorprendernos con su belleza en cualquier época del año.
No ha sido nunca tierra fácil y moldeable a la voluntad del hombre para vivir de ella.