sábado. 27.04.2024

Extremoduro, cantaris de reziu

Hacía algún tiempo que no seguía la pista del controvertido Robe Iniesta, no porque no tenga interés en el grupo Extremoduro, que lo tengo, sino porque como dicen en el pueblo “nu se m´abía emparejáu”. Reconozco que me quedé atorado entre el 2001 y el 2002, cuando la formación “Extrechinato y Tú” publica “Poesía básica” (2001) y Extremoduro graba “Yo minoría absoluta” (2002).

Fue la primera una propuesta que puso música a las letras del poeta Manolo Muñoz “Chinato”, de Puerto de Bejar, y en el que Robe coparticipó con Iñaki Antón “Uoho” y Fito Cabrales. Aunque su marca preferida siga siendo Extremoduro, posiblemente por imposición discográfica, la afición de Robe Iniesta por la creación de grupos musicales es impresionante.

En definitiva, lo que quería decir es que, seguramente por estar enredado en tantos diferentes temas, me he perdido los dos discos que salieron tras la ley seca de seis años impuesta por el propio Robe: “La ley innata” (2008) y “Material defectuoso” (2011), y alguna que otra recopilación como “Grandes éxitos y fracasos” (2004), que retomaré.

Mi vuelta a la realidad transgresiva no es ya sólo por la inmensa oleada de manifestaciones que copan la geografía española y que ahora se quiere regular, limitar y seguramente anular, ni el desencanto por las políticas nacionales sino también la sorpresa de una fría mañana de otoño, cuando la portada de un periódico, de tirada nacional, me lleva precipitadamente a abrirlo por su página 46. En ella aparece la sorprendente noticia de que han detenido a un joven por filtrar lo nuevo de Extremoduro y por el intento de venderlo online. Se trata de un trabajo que oficialmente salió al mercado, el pasado 8 de noviembre, con el título de “Para todos los públicos”. Un trabajo un tanto distinto en que Extremoduro nos ofrece 8 temas.

Entre todos los grupos de música, que mira que los hay, le tiene que tocar a un grupo de rock cacereño, fundado en 1987 en la ciudad de Plasencia, ser el origen de la primera detención en España por una filtración de material musical. La discográfica ha tenido que adelantar su fecha de salida ante la fatídica intrusión, eliminando su precampaña publicitaria de lanzamiento. Cual sería mi indignación por no ser uno de esos 60.000 agraciados que no sólo han conseguido una descarga gratuita, sino que pueden presumir ante los amigos del singular hecho. Aunque todos los temas están ya disponibles en youtube.

Lo paradójico del caso es que el Cd oficial, nada más salir, ha copado el número uno en las listas de ventas. El éxito persigue a Robe Iniesta hasta en las situaciones más adversas, por su capacidad y su tenacidad en la creación musical y, todo hay que decirlo, desde que comenzó a trabajar con la Warner Music.

No se olvida Robe Iniesta de sus orígenes placentinos ni de su roto y rasgado deje extremeño y dedica el sencillo de promoción del Cd a su Valle del Jerte con el título de: ”¡Qué borde era mi valle!. Nada que ver el título con el contenido cuya letra se refiere a un amor perdido en el tiempo, ya sea moza y/o paisaje: “Vamos a robar cerezas de las del Valle del Jerte, soy capaz de cualquier cosa por volver a verte. He perdido la cabeza, la he perdido por perderte. Soy capaz de cualquier cosa por volver a verte…”.

 La Guardia Civil, responsable del caso del robo del Cd y posterior filtración, ha dado a la investigación el extremeño nombre de Agila. Sexto álbum del grupo cacereño, cuando todavía Robe Iniesta publicaba con la distribuidora independiente DRO en 1996. Es “Agila”, (camina, espabila), uno de los discos más populares del grupo, posiblemente el que les lanzó al éxito. Contiene el tema “El día de la bestia”, que formó parte de la banda sonora de la película de Álex de la Iglesia.

Antes de este, otros cinco álbumes vieron la luz del día: “Rock transgresivo” (1994), que salió primero con el título “Tú en tu casa, nosotros en la hoguera” (1989) y que supuso un intento de calificar su música como transgresiva. Los expertos, que saben de esto, siguen pensando que la denominación más adecuada es la de rock urbano ya que el grupo se adentra por los confines del hard rock, rock progresivo, rock sinfónico y rock metálico, amén de otros escarceos como el bugi-bugi, el blues-rock, el funk rock e, incluso, el flamenco-rock a lo Triana. Es el rock transgresivo lo que en Extremadura podríamos llamar cantaris de reziu o, más en concreto, rock de reziu.   

Le siguió el conflictivo “Somos unos animales” (1991 y 1995). Con este disco rompieron con Avispa Music para gravar con la discográfica Pasión-Área Creativa. La anécdota para alegría de los coleccionistas y fans, Robe siempre deja algo singular por cada sitio que pasa, es que Avispa Music siguió publicando discos, de grabaciones que poseía de estudio y directos.

 Punto y aparte es el extremeñísimo “Deltoya”, estremeñu: del to ya, (1992), que supone la ruptura con Área Creativa para pasar a la discográfica DRO, de la gente de Aviador Dro. Es seguramente el primer disco que incorpora temas del poeta Manolillo Chinato y, a juicio de los entendidos, supone un buen trabajo, redondo, de muy buena composición musical y buenas letras. Lo curioso es que comenzó a prepararse con un pseudo grupo que Robe llamaba Extremozoide.

 Para los serragatinos, tiene el doble interés de que la portada del disco “Deltoya” es una foto de un cuadro que está realizado desde el interior de una casa ubicada en la Calle del Palacio de la cacereña localidad de Acebo, a la salida por el camino al Calvario o de San Juan. Para más señas la casa pertenecía, en aquel entonces, a Philippe Camus y el cuadro fue  pintado por Chuty, de la Asociación Cultural Tope Ganso de Trujillo. Un hombre desnudo, en posición del hombre de vitruvio pero visto por detrás, se asoma al acebano balcón para sorber el aire fresco de la Sierra de Gata. El video de promoción del disco, con el tema Deltoya, también está rodado en Sierra de Gata, recorriendo el Puerto de Perales, los campos acebanos y el Valle de Gata. Incluso tienen el apreciable atrevimiento de rodar una secuencia en el desaparecido Bar de los Cazadores. En Acebo vendió Robe Iniesta alguna de las 250 papeletas, (1.000 Ptas.-unidad), con las que editó su primera maqueta de rock transgresivo, (Duplimatic 1989) y daría lugar a su primer disco “Tú en tu casa, nosotros en la hoguera” (Avispa 1989). Debió llegarle al alma de poeta la orografía acebana porque, Robe Iniesta, dejó escrito en un calendario de otro bar acebano, el Café-Bar Trébedes (1992), para recuerdo imperecedero de los siglos, el lema: “De Acebo soy, de la cabeza a los pies, y el cielo es sólo un trozo de mi piel”.

Continuando con una fiel costumbre, de aquellos tiempos, de publicar un disco anual, llega ¿Dónde están mis amigos? (1993), otro muy buen disco donde Robe Iniesta refleja el sentimiento de soledad y le lleva a la creación del grupo Pedrá que daría título a un nuevo disco de Extremoduro (1995), ya que la discográfica, ahora Dro East West Records, no le permitiría grabar con el nombre de aquel nuevo grupo. Este precioso disco experimental, de cambios rítmicos, sólo tiene un tema de media hora de duración. Fue esta discográfica la que remasterizó “Rock transgresivo” (1994) y lanzó “Agila” (1996), éxito total de público hasta alcanzar el doble disco de platino, con más de 200.000 copias vendidas que le permitió una apoteósica gira capaz de llenar por dos veces el Palacio de Deportes de Madrid.

El éxito, como ocurre siempre, empuja a la reedición de canciones que son recogidas en “Maquetas 90” y un nuevo disco recopilatorio “Iros todos a tomar por el culo” (1997), para cerrar el ciclo productivo con “Canciones prohibidas” (1998), que también consigue el doble disco de platino, y tras la gira da lugar a un “Directo en las Ventas”, en referencia al concierto en esta madrileña plaza de toros en la que estuvieron acompañados de Fito y Los Fitipaldis.

Extremoduro se ha convertido no sólo en el grupo más importante de rock urbano de España sino en el referente de todos los nuevos grupos del rock transgresivo. Un grupo políticamente incorrecto, que utiliza un estilo duro y crudo para enfrentarse a la realidad cotidiana por medio de una poesía básica y de la música de rock. Robe Iniesta nunca ha olvidado sus orígenes extremeños y su Plasencia natal, con todo el Valle del Jerte. No sólo les dedica temas, sino también guiños en “la su palra estremeña”, eso que algunos expertos erróneamente llaman mal castellano.

Si me pierdo, dime adónde sale,

qué motivos son los principales;

que sólo el viento me sirve de guía

por los caminos de las utopías.

Extremoduro, cantaris de reziu