sábado. 27.04.2024

Doble moral para el toro

Personalmente me declaro taurina, sin embargo debo decir que las fiestas típicas donde se sueltan a los toros y vaquillas, donde gente sin preparación física ni con la suficiente madurez mental como para ponerse delante de un animal de estas características intentan convertirse en ‘héroes’ del pueblo para luego presumir durante el año, no son para nada de mi agrado. 

Debo puntualizar que no estoy en contra de aquellas personas que se preparan para estas fiestas como recortadores o corredores profesionales, pero sí de aquellos inconscientes que beben y se ‘lanzan’ a ser los ‘José Tomás’ de la celebración. Además de arriesgar su vida y la de los que sí están preparados, se dedican a pegar al animal, a tirarle de los cuernos, y a hacerle auténticas barbaridades que deberían de ser reglamentadas. Diversión con el animal, sí, pero sin torturarlo así.

Me resulta muy curioso que  muchos alcen la voz contra las corridas de toros donde las personas que se enfrentan al morlaco sí son profesionales, se preparan todo el año, y sin embargo, dirán que mis palabras  sobre las fiestas populares son exageradas. No hay persona que ame más a un toro que un torero. Tal vez deberíamos pensar si no estamos ejerciendo una doble moral prohibiendo festejos taurinos en lugares como Barcelona y no haciendo lo mismo con celebraciones donde se le colocan bolas de fuego en los cuernos o se tiran a los animales al mar.

Doble moral para el toro