domingo. 28.04.2024

¡Crisis…! ¿Qué Crisis?

Suele ser bastante habitual en Sierra de Gata escuchar la frase: ¡Crisis…! ¿Qué crisis?, aquí siempre hemos estado en crisis. Esta sencilla reflexión nos llama poderosamente la atención; ya que para los que vivimos fuera de la Comarca la tan manida Crisis comienza a ser bastante perceptible y algo relativamente nuevo en nuestro día a día.

Suele ser bastante habitual en Sierra de Gata escuchar la frase: ¡Crisis…! ¿Qué crisis?, aquí siempre hemos estado en crisis. Esta sencilla reflexión nos llama poderosamente la atención; ya que para los que vivimos fuera de la Comarca la tan manida Crisis comienza a ser bastante perceptible y algo relativamente nuevo en nuestro día a día.

Realmente no les falta razón a los vecinos de Sierra de Gata cuando manifiestan que ellos siempre han estado en crisis y que por tanto su situación no creen ni que mejore, ni que empeore con la actual situación económica que se vive en el País; pero la realidad puede ser bastante diferente ya que la estructura socioeconómica de muchas de las poblaciones de nuestra comarca ha variado tanto cualitativa como cuantitativamente y ni la tipología de la población es la misma a la de hace décadas, ni las necesidades de la misma son iguales a la de finales del siglo XX.

Un paseo por muchos de los municipios serranos; así como por los dos grandes núcleos urbanos, Coria y Moraleja, sobre los que pivotan las relaciones administrativas, laborales, sociales y económicas de buena parte de la población serrana nos descubre una realidad muy diferente. El sector de la construcción, que hasta fechas recientes había absorbido buena parte de la mano de obra excedentaria de una agricultura en franco declive, ha sufrido una estocada mortal que ha llenado la práctica totalidad de los municipios serranos de una mano de obra, que salvo se recicle, amenaza con convertirse en un drama social y económico a largo plazo. Pero además está teniendo un efecto perverso sobre el escaso sector servicios y sobre el pequeño comercio minorista y prueba de ello es la infinidad de locales que han echado el cierre en las dos principales ciudades de este occidente extremeño, Coria y Moraleja. Es ciertamente deprimente pasear por las calles de estas dos últimas poblaciones y ver como infinidad de establecimientos comerciales, negocios y oficinas han tenido que echar el cierre debido a la grave crisis que dentro del sector de la construcción se vive en esta Comarca y del que dependían buena parte de los salarios que dinamizaban esos negocios.

La elevada concentración y dependencia del comercio minorista de esos asalariados de la construcción ha producido un efecto dominó que nadie ha sido capaz de atajar y que por el momento nadie intenta subsanar. La diversificación empresarial por el momento se relega a un segundo lugar y en la medida en que no existan fondos para desarrollar nuevas áreas de negocio o volver a retomar otras actividades empresariales anteriores al boom de la construcción esta crisis; que muchos vecinos dicen conocer desde hace muchos años, puede que se vuelva más real de lo que ellos manifiestan y que sus efectos lleguen a ser más nocivos que los hasta ahora vistos.

Negar la mayor, una recesión a la que no se le ve el fin, puede significar que la sociedad serragatina ha aprendido a convivir a lo largo de los años con una crisis permanente; pero puede que para lo que no esté preparada, como no lo estamos ninguno de nosotros, es para sortear lo que se está avecinando que no es otra cosa que la aparición de la miseria.

¡Crisis…! ¿Qué Crisis?