En realidad no se sabe su procedencia pero son de diversas culturas. Físicamente no se diferencian en los rasgos de cualquier terrestre, no obstante es a través de su mirada como se puede identificar su condición. Tienen algunos aspectos en común como por ejemplo su amor incondicional hacia la naturaleza, su deliciosa capacidad de disfrutar de cualquiera que sea la tarea que tengan entre manos en ese preciso instante, o hacer que las horas desaparezcan compartiendo con alguien unos minutos de conexión.
Es muy probable que hayas escuchado en muchas ocasiones historias en las que se les nombra, ya sea en novelas, películas, leyendas o anécdotas, tendiendo en muchos casos a confundir conceptos, mezclar historias y malinterpretar mensajes
Muchas de éstas personas no son conscientes de su condición de terrestres extra, jamás se lo han planteado porque no necesitan saberlo, sencillamente existen, y su existencia es equilibrada y fluida.
Es posible que tú lo seas y ni siquiera te lo hayas planteado, quizá te convencieron de que eras aquello que te contaron en vez de comprender que eres lo que eres más allá de cualquier juicio. A lo mejor sabes que lo eres pero aun no has dado el paso. Puede que sepas que lo eres y sonríes mientras lees estas palabras...
Sea el caso que sea hay ocasiones en las que, sin darnos cuenta, buscamos en lejanas galaxias y fantásticas historias lo que tenemos más cerca de lo que podríamos imaginar. Quizá sea porque nos cueste creer que algo así exista en realidad, más aun con “lo mal que están las cosas”. Sin embargo cuando dejamos de prestar atención al señuelo que nos ponen delante para centrarla en aquello que tenemos entre manos surgen esos encuentros maravillosos que no aterrizan en un platillo volante ni brotan de las oscuras entrañas de la tierra. Puede ser un vecino al que nunca le hemos prestado atención por las prisas de llegar a algún sitio, la dependiente tan amable que siempre nos atiende con una sonrisa, o el panadero que siempre tiene alguna anécdota con la que amenizarnos los instantes que compartimos mientras compramos el pan. Es en esos momentos en los que surge la magia, el tiempo se detiene y la energía se comparte sin más fin que el de fluir y disfrutar de un momento con la mente presente y el corazón abierto, el maravilloso encuentro con un Terrestre extra.