miércoles. 24.04.2024

“Los Derechos Humanos, tu mejor instrumento”

Los científicos han de encontrar un instrumento que consiga hacer felices a los seres humanos. Este es el argumento de El extraordinario viaje de Lucius Dumb, libro editado por Edelvives en el que colaboran diez escritores extremeños y vascos, y a partir del cual se ha rodado el largometraje de animación homónimo. 

El proyecto tiene como objetivo dar a conocer a los niños entre 6 y 10 años –bien a través de la lectura, bien a través del cine– los nueve derechos fundamentales recogidos en la Declaración de los Derechos del Niño. Así, cada autor escribe un cuento relacionado con uno de ellos: la no discriminación, la protección y el juego, la salud, la educación… Y con ellos se construye la historia protagonizada por personajes variopintos que, a través de un emocionante viaje, descubrirán ese instrumento que, sin afinación, suena mejor cuantas más personas lo toquen: los Derechos Humanos. 

La iniciativa, loable, nos incita a la reflexión. Es cierto que estos derechos están reconocidos;  la pregunta, no obstante, es si estamos dispuestos al esfuerzo que supone que sean una realidad, y a luchar por conseguir para ellos una sociedad que no les sea hostil y que les permita desarrollarse en un entorno adecuado. Para ello, es imprescindible destinar fondos a la protección de la infancia con los que se garantice su nutrición, sus juegos, su salud… Y, por supuesto, evitar la extrema pobreza y la exclusión social.

Sin embargo, en pleno siglo XXI, la ONU sigue denunciando graves violaciones de los Derechos de la infancia. Los países o grupos armados siguen reclutando por la fuerza a los niños, les hacen intervenir en conflictos en los que resultan gravemente heridos, muertos o secuestrados; continúan produciéndose  agresiones sexuales contra niñas y adolescentes, se les incita a la prostitución, se les impide el acceso a la educación, se les obliga a trabajar en las tareas más duras y se les discrimina o se les condena a la desnutrición.  

A nosotros, desde nuestros hogares, esto puede parecernos muy lejano, pues nuestros hijos disfrutan de una situación de bienestar que nada tiene que ver con la que acabamos de describir. Sin embargo, es nuestra responsabilidad educarlos y convertirlos en ciudadanos activos que continúen luchando en el futuro por salvaguardar los Derechos del Niño y por convertirlos en lo que hoy día todavía no son: una realidad. No olvidemos que ellos aprenden a partir de nosotros, de nuestro comportamiento y de nuestras actitudes. 

La Convención de los Derechos del Niño supuso diez años de negociaciones con todos los países del mundo hasta llegar a su redacción final. Su cumplimiento es, por tanto, obligatorio para todos aquellos que la ratificaron. No obstante, esta obligatoriedad afecta, no solo a sus gobiernos, sino a toda la sociedad, los profesionales que la integran, los padres y madres y las instituciones. 

El día 5 de diciembre se estrena la película en 60 salas del país. Una buena opción para acudir al cine con nuestros hijos, reflexionar nosotros también sobre sus derechos y, sobre todo, para enseñarles a defenderlos.

“Los Derechos Humanos, tu mejor instrumento”