lunes. 06.05.2024

108. Atención

La revolución que llega ahora es la de las gentes, la de la unión, la de la solidaridad y la libertad, por encima de creencias religiosas y/o políticas

Esperanza en nuestros corazoes
Esperanza en nuestros corazoes

A  la vista de cómo están desarrollándose hechos y sucesos, en los más variados aspectos, de nuestra civilización, puede parecer que la Vida mira para otro lado, sobre todo cuando se anteponen los intereses económicos a los de la gente, gente que sufre, que necesita la generosidad de sus semejantes. La Roma antigua desapareció cuando los padres de la patria creyeron que el status de Roma llegaría a los confines del mundo por siempre jamás y que ese status lo mantenían ellos, el senado y los césares, en definitiva, los privilegiados que tomaban decisiones que afectaban al pueblo del que se creían que eran los representantes.

Algo parecido sucede en la actualidad en nuestro mundo donde se encuentran instalados otros que se creen césares, aquellos personajes que se autodenominan gobernantes. Está pasando en el mundo árabe y en el mundo occidental, pero también llegará a Asia, Hispanoamérica, Africa… la revolución que llega ahora es la de las gentes, la de la unión, la de la solidaridad y la libertad, por encima de creencias religiosas y/o políticas.

Desde la oposición de un observador independiente, es decir no implicado, es muy fácil comprobar como los ciclos se repiten pero cada vez en una octava superior hasta en el que ese momento se estaba. Cayó el muro de Berlín y todo el mundo pensó que era el fin de las dictaduras… y en realidad lo fue, aunque hayan pasado decenas de años, pero es que las semillas de los cambios a este nivel tardan tiempo en germinar.

Se derrumban civilizaciones, sistemas políticos e incluso religiosos de la misma forma que pueden desaparecer, y de hecho desaparecen sistemas planetarios, estrellas y hasta galaxias. La fuerza centrífuga expulsa a aquellos que se convierten en parásitos, de la misma manera que  el sistema inmune elimina a los elementos patógenos del cuerpo.

La Vida quiere volver a reinar en nuestro planeta, ya que se creó para eso, un planeta no puede permitir que los parásitos campen a sus anchas, y aunque no nos lo creamos, el planeta es muy sensible a las demandas de sus habitantes, sean seres humanos, animales o plantas, y como el cuerpo humano genera los anticuerpos necesarios para expulsar de él a todos aquellos que se han convertido en elementos patógenos, por eso no debe de extrañarnos que últimamente haya tanta convulsiones planetarias, convulsiones reflejadas en volcanes, terremotos, inundaciones y otro tipo de desastre, los cuales son simples reflejos de esas otras convulsiones que está protagonizando el ser humano en cada lugar del planeta donde se esconden los elementos patógenos que le degradan.

Atentos, pues, a las manifestaciones planetarias y a las manifestaciones humanas de los últimos tiempos, porque en realidad todas ellas van dirigidas a conseguir un mundo con más energía, más libertad, más paz, … un mundo mejor.

Hasta otro día amigos.

Un abrazo.

Agustín.

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