viernes. 19.04.2024

Las emociones

Cada emoción es automáticamente seguida por una respuesta simultánea en muchos órganos y sistemas. Es el código del sentir, el lenguaje de la sensibilidad total del organismo, que se comporta como una antena del procesamiento emocional

La evolución humana
La evolución humana

Nuestros gestos, sonrisas, tristezas, obsesiones, miedos, alegrías, son emociones que dejan impacto en nuestro cuerpo. Algunas de estas emociones básicas determinan buena parte de nuestra fisiología. La unidad psico-fisiológica que se forma entre la mente y las emociones –comportamiento psicológico-, y el cerebro con el cuerpo – comportamiento fisiológico-, explica buena parte de cómo se producen nuestras enfermedades.

Este sistema cuerpo-mente, sin embargo, no es una dualidad, porque nuestras emociones y actitudes están tan íntimamente ligadas con nuestra fisiología, que no tiene sentido discutir si fue primero el huevo o la gallina; lo cierto es que es posible incidir sobre la totalidad del ser. Tratamos de aliviar nuestro cuerpo físico y nuestro cuerpo energético, pero un porcentaje muy alto de nuestras enfermedades, no tienen su origen en el cuerpo, son un producto de una distorsión en el plano emocional. Corregir los males desde su origen, supone armonizarse con la vida desde ese plano emocional, donde un día empezamos a perder el  rumbo.

Las emociones son una vía de transición entre el cuerpo mental o nivel mental de la consciencia, y el cuerpo físico. Esta vía representa una intrincada red de codificación, transmisión y decodificación de señales en el cuerpo físico conocida en medicina como la red de neuropéptidos y sus receptores, verdadera respuesta del organismo o cuerpo físico al movimiento de las emociones.

Cada emoción es automáticamente seguida por una respuesta simultánea en muchos órganos y sistemas. Es el código del sentir, el lenguaje de la sensibilidad total del organismo, que se comporta como una antena del procesamiento emocional. En el sentir tenemos un código de respuesta de la totalidad, lo que nos da una idea de la importancia terapéutica del  equilibrio emocional.

El cuerpo es como un espejo. Donde se reflejan los patrones  de organización de la consciencia de los planos energético, emocional y mental. Tratar de conseguir la salud en el plano físico es una tarea imposible si simultáneamente no adquirimos salud emocional. La cual no será conseguida con la ausencia de emociones negativas, sino por  un aprendizaje emocional, pues más aún que el intelecto, las emociones son instrumentos del conocimiento.

Muchas memorias emocionales, programadas y retenidas desde la infancia, inciden poderosamente sobre  nuestras actitudes determinando nuestro estilo de vida y nuestra salud global. Esto significa que las actitudes erróneas, origen de buena parte de nuestras enfermedades crónicas, son producto de un aprendizaje condicionado, que mantiene patrones de comportamiento reforzados por los de la familia o alimentados por la cultura o ambiente en el que nos desarrollemos.

La enfermedad, como la salud, es total, e involucra con frecuencia actitudes emocionales de origen cultural. La represión sostenida de las emociones genera sentimientos permanentes que vía neuropéptidos y neurotransmisores afectan al sistema nervioso, y por sus canales correspondientes, al sistema endocrino e inmunológico; a su vez, vía sistema circulatorio, estos se comunican con todas las células del cuerpo. Esto no es una secuencia lineal de sucesos o eventos, sino un frente de onda que barre simultáneamente todos los sistemas, que se comportan en el cuerpo como un radar para nuestra onda emocional.

En el cáncer, en las enfermedades degenerativas o  en las enfermedades crónicas, un componente importante es la actitud ante la vida, actitud que se encuentra impresa en el cuerpo. Aunque esa no es la única causa, también hay factores genéticos, hereditarios, metabólicos y ambientales, pero muy probablemente entre todos ellos no alcanzan al cincuenta por ciento de las causas de la enfermedad o del problema.

El hecho de tener un  padre diabético no se traduce en que estemos condenados a ser diabéticos, es una posibilidad que depende de otros muchos factores: medio ambiente, alimentación, educación, actitudes ante la vida y hacia nuestro entorno, etc. Se ha visto que incluso en tumores malignos como el de colon o el de mama, en los que se ha constatado unos antecedentes familiares, este factor genético no alcanza a explicar más que alrededor del “cinco” por ciento de los casos. Hay otro factor que incide de modo determinante en la enfermedad: nuestras emociones.

Íntimamente relacionadas con el auto-reconocimiento tanto en el plano psíquico como en el inmunológico, nuestras emociones, nuestras vivencias interiores son el contexto en el que la salud o la enfermedad tienen sus raíces. Este auto-reconocimiento, es como mirarse en un espejo, el cual está hecho de la substancia básica que forman nuestras emociones, y estas determinan nuestra respuesta  y actitud ante el mundo, interior y exterior.

El resentimiento, la amargura, la tristeza, la depresión crónica, pueden generar enfermedades graves, lo cual no sucede con la alegría. La alegría, emoción clave que nace en el corazón, es una emoción que lleva al desapego, a liberarnos de la aversión, a salir de la ignorancia, a ser lo que realmente somos.

“El amor que vive en nuestro corazón, es el factor integrador que nos protege”. De todas maneras con o sin enfermedad, lo importante en la vida desde el punto de vista de las emociones, es entender que éstas son una estrategia o una herramienta de aprendizaje. 

En la vida diaria, cada emoción es una experiencia y una lección que tenemos que pasar y de la cual aprender, porque cada una tiene un significado, haciendo la vida más plena.

Lo importante en la vida no es que tengamos o no cáncer, no es que nos vamos a morir o no, porque de todas maneras todos nos vamos a morir un día u otro, lo más importante es aprender el significado y el por qué y para que, nos suceden las cosas. Cuando le damos este sentido a las cosas, positivas o negativas, le damos sentido a la vida; y esta es la fase mas importante en el proceso de la sanación. En este proceso hay tanto técnicas, como personas que nos pueden ayudar, cuando uno solo no encuentra la solución a su problema o su enfermedad, muy particularmente cuando su origen es emocional.

Artículos relacionados, Nº  3,4,5.

Extraído de la revista Conciencia Global, articulo del Dr. Jorge Carvajal.

Hasta otro día amigos.

Un abrazo.

Agustín.

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