viernes. 26.04.2024

RELECTURA DE LEÍDOS. Hombres libres de Acebo (VI)

La familia Rico, de la Casa de Luarca en Asturias, pasaron a Acebo (Cáceres) y se unieron al apellido Acedo, que procede de Navarra, siendo que don Alonso Rico (Martín) Hernández y Hernández Martínez de Muñas casó en Acebo, un 29 de agosto de 1669, con doña Marina Acedo y Pérez Rodríguez de Trejo. Unidos los apellidos Acedo y Rico, fue creado y ostentan el Condado de la Cañada, con Grandeza de España
Acedorico
La Casa de Acebo y escudo heráldico de los Acedo Rico

Sabía don Juan Rico de Luarca, y por ello luchó y demandó, que la Casa principal de los Rico desciende de la Casa Solar de esa Villa de Luarca, en Asturias, pero cuando vino a avecinarse en Acebo (Cáceres), fundando la línea de su apellido en Extremadura, no se imaginó que, posteriormente se extendería por Madrid, Toledo y Ciudad Real y otros sitios de los Reinos de España y sus Indias.

Sus armas: En escudo a cuatro cuarteles: en el primero, en campo de oro, cruz floreteada gules; en el segundo, en campo de gules, banda de oro engolada; en el tercero, en campo sinople, una llave de plata; en el cuarto, en campo azul, un menguante de plata y bordura de oro. (Legajo de 1772, del Archivo Histórico Provincial de Cáceres, s/n y legajos varios del AHN).

Ni mucho menos pudo imaginarse que uno de sus descendientes se uniría a la familia Acedo de Extremadura, fundando la Casa Acedo-Rico.

Es seguro que conocía a la familia Acedo “que parece proceder de Navarra, pasaron a Acebo (Cáceres) y se unieron al apellido Rico… Armas: En oro, cinco pájaros, de sable, picados y mimbrados de gules, puestos en aspa. (Algunos ponen el campo de plata)”. (“Nobiliario de Extremadura”. Alfredo Barredo y Ampelio Alonso) y como la Casa de Acedo desciende de la Casa Palacio de Armería, sita en el lugar de Acedo, Valle de Berruela, merindad de Estella, en el Reino de Navarra, vinieron y se asentaron en Acebo (Cáceres).

Pero no le dio tiempo a saber que estos apellidos, Acedo Rico, fueron creados y ostentan el Condado de la Cañada, Grandeza de España, precisamente él, que tanto luchó por conseguir el reconocimiento de hidalguía y estar incluido en la lista y padrones de hijosdalgo notorios de sangre y solar conocido.

Descendencia de la Casa de Acebo.

Él, y sus descendientes, como quien cuenta historias al calor de la lumbre, fueron anotando una y otra vez, lo que a tenor sigue:

Don Juan Rico de Luarca y Martínez de Muñas, hijodalgo notorio de sangre y solar conocido empadronado como tal en Luarca, vino a asentarse en Acebo (Cáceres) en torno al año de 1600 y en este último lugar solicitó hidalguía. Casó, el 14 de febrero de 1610, con doña María Hernández y tuvieron por hijo y sucesor a:

Don Antonio Rico Hernández y Martínez de Muñas, que solicitó hidalguía en Acebo, y casó en Acebo con otra doña María Hernández, el 7 de enero de 1635 y tuvieron por hijo de este matrimonio y sucesor a:

Don Alonso Rico Hernández y Hernández Martínez de Muñas, nacido en Acebo el 22 de octubre de 1644, casó un 29 de agosto de 1669 con doña Mariana Acedo y (Pérez) Rodríguez de Trejo, nacida en Acebo el 15 de septiembre de 1657, uniéndose con este matrimonio los apellidos Rico Acedo que serán usados anteponiéndose el segundo al primero y tomando como armas del linaje las referidas al apellido Rico.

Pertenecía doña Marina Acedo a la Casa Infanzona de Acedo en Navarra y a la Casa Palacio de Armería en el lugar de Acedo (Navarra).

Doña Marina Acedo Rodríguez de Trejo fue hija de Esteban Acedo y de Marina Rodríguez de Trejo y nieta de don Pedro Rodríguez de Trejo, todos vecinos de Acebo, como veremos más adelante.

Don Pedro Rodríguez de Trejo, hijodalgo notorio de sangre descendiente de la Casa de Grimaldo, que poseen los condes de Oliva, y su hermano Juan Rodríguez de Trejo consiguieron Ejecutoria de hidalguía en propiedad librada por la Real Chancillería de Valladolid en 21 de febrero de 1566, previa Ejecutoria de 1513 y 1555, se halla el testimonio expresivo de las armas pintadas en dicha Ejecutoria y son un escudo con dos cuarteles: En el primero, en campo encarnado, una banda dorada cogidas por las puntas por dos bocas de dragones y en el segundo, en campo verde, un castillo y sobre él un hombre con una bandera en la mano izquierda y una espada en la derecha. Y en el propio testimonio consta que dichas armas son las mismas que están en los escudos que tienen las Casas de los de esta familia en el lugar de Acebo, cuya identidad se comprueba con la uniforme y expresiva contestación de los testigos. (Legajo AHN. Ministerio de Cultura. Gobierno de España).

Podemos dar fe de un escudo de armas del apellido Rodríguez, con esta descripción, esculpido sobre la fachada de una casa de la calle del Rincón del Obispo de Acebo.

Es don Juan Rico Acedo, nacido en Acebo, el primero en ostentar los dos apellidos juntos.

Es, por consiguiente, el hijo nacido y sucesor de este matrimonio, don Juan Rico Acedo Hernández Martínez de Muñas, nacido en Acebo el 25 de febrero de 1689, quien primero ostenta estos dos apellidos juntos y unidos y tendrá por hijo legítimo y sucesor a don Juan Acedo Rico Pérez Rodríguez de Trejo, primer conde de la Cañada y por nieto a de don José Acedo Rico y Macías, segundo conde de la Cañada, protagonistas ambos de esta historia.

Para este trabajo mantendré los apellidos en el orden Rico Acedo para nombrar a don Juan y, para el hijo, Acedo Rico, quedando el padre como Juan Rico Acedo y el hijo, primer conde de la Cañada, como Juan Acedo Rico, como aparece comúnmente, de manera que queden diferenciados el uno del otro.

Ascendencia de hidalguía notoria de sangre y solar conocido desde tiempo inmemorial.

Dolía en don Juan Rico de Luarca, natural de esta Villa pero vecino de Acebo, el saber que el origen de su nobleza se encontraba en entredicho cuando era su ascendencia de la época de la Reconquista, en la que los sucesores de don Pelayo, acantonados en las montañas de Asturias, sentaron los fundamentos que habían de expulsar a los árabes de España. Su familia, descendiente de los godos, derramó su sangre en esta luchas, como puede ser demostrado, y ahora a él le tocaba bregar en tierra fronteriza sin que se le reconocieran mercedes propias de nobleza e hidalguía para él y sus descendientes.

Se cansaba de contar entre sus convecinos de Acebo, mientras trabajaban, platicaban en la Plaza frente al Ayuntamiento o tomaban un vino en la taberna del pueblo, que él descendía de una ilustre familia que asentaba sus raíces en el Reino de Asturias y que su apellido Rico tuvo noble Casa en la villa de Luarca y desde allí salieron los Rico a asentarse en Burgos, Córdoba, Ávila, Valencia y aquí, en Extremadura, pero las miradas de aquellos les denunciaban por incrédulos en las fantasías de un recién llegado, forastero en estas tierras de la Sierra de Gata.

Lo cierto es que su familia provenía de tiempo inmemorial, de cuando los visigodos llevaban por divisa la cruz, una vez asentados en España en el siglo V, dejada atrás Gotaland y, mucho más, tras la llamada Reconquista donde fueron estos visigodos, y con ello godos nobles, los que rediseñaron un nuevo mapa en España dando continuidad a los cristianos viejos.

Una cruz de brazos iguales, emblema de Asturias y de una monarquía que en mostrarse heredera de estos visigodos residía su más prestigiosas razón de ser y que campeó en los estandartes y banderas hallados en la batalla de las Navas de Tolosa de 1212, ganada a los almohades musulmanes de la media luna, donde estuvieron sus ascendientes.

Y él vio esa cruz en uno de los cuarteles del escudo del apellido de su antigua familia, como estaba la media luna. La una en primero y postrero cuartel con campo de oro, banda de gules, y la otra en segundo y tercero, campo azul, en menguante de plata.

Descendientes que preservaron ciudades en zona de guarda y llave de frontera frente al musulmán y los normandos, como Tebelo Rico guardó Luarca en tiempos del Rey Ramiro I, peleando contra el normando Cambaral al que mató y quitó la banda que llevaba por divisa y se la quedó y usó a su gusto y dio nombre al barrio del Cambaral de Luarca, donde tenía su casa.

Por eso topó luego con otros nobiliarios, en paredes nobles de este su escudo, dejando sólo al primer cuartel la cruz rolavana, en campo de oro y sólo en el cuarto la luna menguante de plata, en campo azul; mientras que queda en el segundo cuartel, en campo de gules, una banda de oro con cabezas de sierpes y al tercero, en campo verde, una llave de plata.

Le ahoga la rabia cuando pensó los muchos papeles antiguos que dejó en la casa de Luarca, que le dijeron hicieron los Concejos, Justicias y Capitulares de aquella tierra y que, ahora, la lejanía le impedía alcanzarlos, en un viaje largo y costoso, y que estarían en manos de su hermano Alonso García Rico, al que vendió los bienes y hacienda que, en Asturias, heredara de sus padres Lope Rico y Sancha Martínez y que podían haber servido de testimonios e instrumentos para el reconocimiento de su hidalguía y su inclusión en las listas y padrones del costado noble de Acebo.

Los viejos de aquella su villa natal podían recordar como, desde 1513, su familia venia litigando en el reconocimiento de hidalguía y podían contestar de su recuerdo sobre la Casa de Rico, en el barrio de Cambaral de la villa de Luarca, del Concejo de Valdés y Principado de Asturias, que estaba a la orilla del río, en la boca del puerto, que tiene edificio antiguo y solariego y en la puerta principal un escudo labrado en piedra, ya borrado y desgastado.

Vestigios de los buenos tiempos tenía la Casa Solariega, delante una barbacana con almenas y un lienzo de murallas que seguía hasta el castillo. Dirían que el edificio se encuentra en muy mal estado y medio derruido por las tormentas y crecidas del río denotando sus tejas mucha antigüedad.

Había en la Casa Solar y, rodeándola, unas heredades de frutales y arboledas anejos, que iban desde el Cambaral hasta la Atalaya. Dirían que los han poseído de varón mayor en varón mayor, por ser de vínculo y mayorazgo, sin haberse partido ni dividido. Que se conserva, en el apellido Rico, en un solo poseedor, por línea recta de varón mayor, al ser Casa Solar de notorios hijosdalgo de sangre todos los descendientes en la línea anteriormente dicha. Por eso, y no por cosa contraria alguna, se le han mandado guardar y guardar todas las honras, exenciones, franquezas y libertades de hijosdalgo notorios de sangre y así consta en las listas y padrones de los Concejos, Justicias y Capitulares propios de este estado.

También los archivos de las iglesias parroquiales guardan documentos de bautismos, defunciones, funerales y demás prerrogativas de nobles ilustres familias y los curas parrocos, titulares o no, saben contestar de su existencia y les dirán que los poseedores de la Casa de Rico de Luarca han tenido y tienen asiento en la Iglesia de Santa Olalla, en lugar privilegiado junto al evangelio y se les ha dado y se les da primero la paz y tienen sus sepulturas, entierros y sepulcros, con sus lápidas grabadas con sus nombres y escudo de armas. El mismo escudo que soporta la fachada de la Casa Solar Principal del Cambaral y cuyo dibujo trajo hasta Acebo, jurisdicción de la ciudad de Coria, en la provincia de Extremadura.

Como corresponde a la nobleza, el hijodalgo poseedor de la Casa de Luarca, dirán los mayores preguntados, tiene el mejor lugar en los actos públicos y en las procesiones. Han sido y son patronos de la Capilla de Santa Catalina de Robledo, que está dentro del Convento de San Francisco de la Villa de Tineo y han sido y son patronos de los beneficios y capellanías que en dicha Capilla están fundados. Nombran los capellanes, para los puestos vacantes, estos dichos nobles que pertenecen, como corresponde, a las Juntas y Ayuntamientos, por la Justicia y Regimiento de la Villa de Luarca.

Lecturas: Adolfo Barredo y Ampelio Alonso. “Nobiliario de Extremadura”. Tomos I y IV. Madrid. 1999. / Vicente de Cadenas y Vicent. “Extracto de los expedientes de la Orden de Carlos III. 1771-1847”. Tomo XI. Revista de Hidalguía. Madrid 1987./Legajos del Archivo Histórico Nacional. Ministerio de Cultura. Gobierno de España /Legajos del Archivo Provincial de Cáceres s/n, facsímile facilitado por JC Rodríguez. Transcripción de Julián Puerto Rodríguez./Juan de la Barreda Acedo Rico. “Viejas familias de Alcalá de Henares”. Editorial Complutense. Madrid 2003./Juan de la Barreda Acedo Rico. “Viejos linajes de Ciudad Real. Casas de Rosales, Treviño, Acedo-Rico, Jarava, Muñoz de Loaysa, Maldonado, y Barreda (y otra enlazadas a ellas, en Ciudad Real y su Provincia y en otros lugares de España). Impreso por Taravilla. Madrid 2007. / Matías Fernández García. “Parroquia madrileña de San Sebastián. Algunos personajes de su archivo”. Caparrós Editores. Madrid 1995)./Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española”, del año de 1860.

 

RELECTURA DE LEÍDOS. Hombres libres de Acebo (VI)