El final del mundo acuático en el cielo de la Sierra (III)
De todas las constelaciones húmedas que hemos visto, la más cercana a Nunki es CAPRICORNUS (Capricornio o la Cabra), la más pequeña de las zodiacales, junto con Cáncer. Su origen debe ser antiquísimo. Las civilizaciones orientales la relacionaban con la cabra que amamantaba al joven dios-sol, y de aquí algunos griegos la unieron a la cabra Amáltheia, que alimentaba al recién nacido Zeus, oculto para que su padre, Kronos, no pudiera matarlo. Otros mantenían que era el dios Pan, convertido en mitad pez al sumergirse en el Nilo huyendo de Typhón. De todos modos, un animal con cuerpo de cabra y cola de pez nunca formó parte de las mitologías griegas, así que no podemos estar seguros de su significado.
Los platónicos la llamaban LA PUERTA DE LOS DIOSES, a través de cuyas estrellas ascendían al cielo las almas de los hombres. En astrología es LA CASA DE SATURNO, donde este planeta fue creado, y LA MANSIÓN DE LOS REYES, porque muchos de ellos nacieron bajo su signo.
Hace unos 2500 años el Sol daba la vuelta en un punto de esta constelación para, demorándose un poco, comenzar su viaje ascendente por el hemisferio sur celeste hacia el hemisferio norte. Cuando eso ocurría, en un punto de la Tierra la luz del Sol de mediodía caía verticalmente, es decir, no producía sombras de los objetos verticales. Corresponde a la latitud 23,5º Sur y marca por todo esto el llamado TRÓPICO DE CAPRICORNIO. En aquel momento coincidía también con el Solsticio de invierno, pero ahora está en Sagitario.
Las dos estrellas principales que marcan su cabeza son ALGEDI (“cabra” o “rebeco”), que en realidad es doble y cada una de ellas, a su vez, doble también; y DABIH (“el afortunado de los matarifes”, en alusión a los sacrificios con cabras en su orto helíaco). Son de magnitudes superiores a 3 y 4, por lo que la más brillante de la constelación es DENEB ALGEDI (“la cola de la cabra”), de magnitud 2,9.
Si uniéramos mentalmente la parte delantera de Capricornio con la estrella Polar, pasaríamos por una preciosa y pequeñita constelación, DELPHINUS (“el Delfín”), cerca de la Vía Láctea, entre Pegaso y el Águila. Neptuno la llevó a los cielos, agradecido por traerle a la ninfa Anfitrite, con la que se desposó.
También se dice que salvó la vida de Arión, hijo de Poseidón, cuando su barco fue atacado. Las cuatro estrellas que forman la cabeza son conocidas como el ATAÚD DE JOB y sus dos principales son las de la parte trasera, SUALOCIN, de magnitud 3,8 y ROTANEV, de 3,5. Sus raros nombres intrigaron durante un tiempo hasta que se supo que, en realidad, eran los del astrónomo Nicolaus Venator (1770-1841) escritos al revés.
Por debajo del Toro y de la Ballena se extiende la sexta constelación en tamaño del firmamento, ERIDANUS (el Río), algunos dicen que el Nilo, otros, el
Y terminamos el mundo de las aguas con la mayor constelación del cielo, HYDRA (“la serpiente de mar”), que nace debajo de Cáncer y va recorriendo más de la cuarta parte de todo el perímetro celeste, por debajo de Leo, de Virgo y de Libra. Es el monstruo al que Hércules mató en uno de sus doce trabajos, y con cuya sangre transformó sus flechas en mortíferas armas. Lo más visible de ella es el grupo de estrellas de la cabeza, por debajo de Cáncer, en el que está ALPHARD (del árabe “la solitaria en la serpiente”), de magnitud 2. El resto, todas superiores a 4.
Hoy, 2 de noviembre, a las 10 de la noche, Capricornio y Piscis Australis están entre el Sur y el Suroeste, a una altura de un palmo. Fomalhaut, casi encima de Moraleja y Capricornio a su izquierda. El Delfín, encima de Capricornio, a unos 2 palmos y medio (desde el horizonte). Una parte de Eridano se va extendiendo desde Guijo de Coria hacia Santibáñez el Alto, desde el propio horizonte hasta una altura de un palmo, pero la Hydra, desgraciadamente, queda todavía debajo del horizonte, y hasta las 3 de la madrugada no veremos su cabeza, a un palmo sobre Pozuelo de Zarzón.