viernes. 29.03.2024

El membrillero (Cydonia oblonga Miller) en la botica serrana

En la antigua Grecia apreciaban mucho su fruto, que estaba asignado a la diosa Afrodita como símbolo del amor y la fecundidad.Cuenta la leyenda que los recién casados tenían como norma general comerse un membrillo la noche de bodas para garantizar su amor eterno.

Cydonia oblonga
Cydonia oblonga

El membrillero o marmeleiro es un arbolillo que puede alcanzar los 6 metros de altura, con ramas tortuosas y cubiertas de pelusa cenicienta.

Es originario de Asia menor y los griegos lo trajeros a Europa.

Sus hojas simples, son enteras, aovadas o redondeadas, y se caen en otoño cuando se carga de frutos amarillos.

Son verdes por el haz y pelosas por el envés, de unos 8 centímetros de longitud.

Sus flores solitarias son grandes y de color banco o rasaceo, con sépalos alargados y dentados, aparecen entre marzo y mayo.

Sus pétalos se retuercen en el capullo y tienen numerosos estambres con cinco estilos soldados junto a su ovario inferior que origina el fruto.

El fruto es el membrillo, que madura por San Miguel, a finales de septiembre, durante el veranillo de los membrillos, es globoso con ombligo apical, cubierto de pelusa que se desprende al frotarlos. El llamativo color amarillo que cogen al madurar, les hace inconfundibles, desprenden un agradable aroma y su sabor es áspero, ya que contienen muchos taninos.

Virtudes

En las hojas contiene un glucósido que da ácido cianhídrico por descomposición. Sus frutos contienen azúcares, principalmente levulosa, dextrosa y sacarosa, además de ácido málico, tártrico, tánico, pectina y propectina. En sus semillas se encuentra gran cantidad de amigdalina, junto a emulsina y materias tánicas.

La carne del membrillo es dura y áspera al gusto, es muy astringente, pero esta aspereza la pierde por cocción, de manera que asado o al horno, el membrillo ha sido siempre muy valorado a lo largo de la historia, especialmente si confitamos su carne cocida, para elaborar exquisitas mermeladas, que además nos ayudarán a cortar diarreas.

Para ello, lavaremos bien los membrillos y los pelamos, quitandole el corazón, los troceamos y los ponemos en una cazuela con medio litro de agua.

Esta mezcla la cocemos durante 30 minutos, ablandando el membrillo. Después lo trituramos y pasamos por el chino, pesamos la cantidad obtenida y añadimos la misma cantidad de azúcar, ponemos en una cazuela y mezclamos bien, dejando hervir la mezcla durante unos 10 minutos.

Añadimos zúmo del limón y hervimos cinco minutos más, moviendo la mezcla con una cuchara de madera, dejamos enfriar la mermelada y la metemos en tarros de cristal esterilizados.

El jarabe de membrillo, muy utilizado para cortar diarreas infantiles, se prepara con zumo fermentado de membrillo y se obtiene prensando la carne del membrillo y dejándolo fermentar hasta que quede claro y con posos en el fondo del recipiente. Por cada cuarto de litro de este jugo, añadiremos 400 gramos de azúcar, mezclándolo bien, se lo daremos a tomar a los niños que sufran diarrea.

La jalea de membrillo se prepara de igual forma, pero sin previa fermentación, se corta el fruto y se da un hervor con algo de agua, se cuela y se añade su mismo peso de azúcar, se hierve durante media hora a fuego lento.

Esta jalea se utiliza para obtener mucílago, poniendo las semillas en remojo, pero sin quebrantar, las cubrimos de una capa de jalea. Cuidaremos de que las semillas estén enteras, ya que de estar rotas incorporarían al mucilago gran cantidad de ácido cianhídrico, siendo nocivo para uso interno.

De uso tópico, podemos usar esta jalea contra infamaciones de ojos, para ablandar asperezas de la piel, sanar sabañones, quemaduras, etc...

Internamente, la emplearemos contra la tos y las infamaciones de las vías respiratorias y digestivas.

En la antigua Grecia apreciaban mucho al membrillo, que estaba asignado a la diosa Afrodita como símbolo del amor y la fecundidad.

Cuenta la leyenda que los recién casados tenían como norma general comerse un membrillo la noche de bodas para garantizar su amor eterno.

El membrillero (Cydonia oblonga Miller) en la botica serrana