El ciruelo, cirolero o endrino grande es un árbol de porte bajo, de la extensa familia de las rosaceas, que no suele sobrepasar los 8 metros de altura, sus ramas son grisaceas o pardo rojizas, según especies, con algunas espinas.
Procedente de Persia, los romanos lo introdujeron en Europa allá por el siglo II D.C.. Vive cultivado en huertos y patios, así como asilvestrado conviviendo con otras especies del bosque caducifolio.
El "prunus pissardi" o ciruelo japonés, de follaje rojo y fruto del mismo color, es una de sus especies ornamentales más cultivadas en parques y jardines.
Su nombre deriva del latín "cereola", que alude a la fina capa cerea que recubre a las ciruelas.
Sus hojas caducas son simples y tienen forma aovada o elíptica, son de color verde y se alternan a lo largo de sus ramas.
Florece en primavera a la vez que brotan sus hojas. Sus flores de color blanco se agrupan en ramilletes, tienen cinco pétalos y numerosos estambres.
Cuando llega el verano, sus flores se transforman en ciruelas, un fruto globoso o alargado, sostenido por un rabillo y que contiene un hueso o semilla en su interior. Según las variedades, las ciruelas pueden ser verdes, amarillentas, rojo e incluso púrpura. Están cubiertas de una capa cerea que se desprende al contacto y cuando maduran tienen un sabor muy dulce.
Virtudes
Las ciruelas son muy apreciadas por su valor nutricional, es un alimento que nos aporta fibra y muchas vitaminas, de hecho se componen basicamente de antioxidantes, sorbitol, potasio, boro, magnesio y vitaminas A, C y E.
La más importante de sus propiedades es la laxante, ya que estimula los movimientos intestinales. Esta virtud podemos aprovecharla comiendo sus frutos directamente, o bien preparando compotas y mermeladas con su dulce carne.
Para elaborar mermelada, una de las mejores variedades de ciruela es la "Claudia", pero podemos hacerla con cualquier otra de la que dispongamos, para ello, lavaremos bien, un kilo de ciruelas maduras, que trocearemos con la piel incluida, añadiremos unos 250 gramos de azúcar y el zumo de un limón, pondremos la cazuela en el fuego hasta la ebullición, después, bajaremos a fuego lento, manteniendolo durante tres horas aproximadamente y removiendo de vez en cuando, sin dejar nunca que se pegue. Al final si la consistencia no es la deseada podemos pasar la mermelada por la batidora hasta dejarla al gusto de cada uno.
Para una mejor conservación, herviremos unos tarros de cristal, donde introduciremos la mermelada, dejándolos boca abajo las primeras 24 o 48 horas, así dispondremos de mermelada durante todo el año.
Es muy recomendable incluir ciruelas en la dieta de mujeres menopausicas, puesto que su contenido en boro será muy beneficioso para prevenir la osteoporosis.
Desecadas pueden consumirse como ciruelas pasas, ya que mantienen sus propiedades.
