La cena de los políticos
Lo peor de todo es que tuve que pagar la cena y eso me trajo consecuencias económicas. Ya me lo dijo mi buen amigo don Silvestre: Vote usted lo que tenga que votar, pero nunca invite a políticos a cenar
Lo peor de todo es que tuve que pagar la cena y eso me trajo consecuencias económicas. Ya me lo dijo mi buen amigo don Silvestre: Vote usted lo que tenga que votar, pero nunca invite a políticos a cenar
El futuro, que es lo que nos queda de vida, es propiedad de cada uno –diría don Silvestre- y, por eso, cada uno lo gasta con quien quiere y donde quiere, pero adviértase que ya nunca se recupera
Carta abierta de la Asociación de Clientes Financieros en Extremadura ante el cierre de sucursales en la región, en general, y en el mundo rural, en particular
Nel Barrau envenenarun unus robris secularis. Qué desmirau el ambienti i quántu apopu pal ergullu! Oi pagarun los robris el nuestru disloqui, amañana... qué sabemus allá!
Es tanto así que una de mis obras causó tantas penas a mi esposa que guardo la evidencia de que originó mi viudez. Todo porque una mujer ignorante o mal dirigida se creyó retratada en uno de mis escritos y, un anónimo de ella, me produjo un proceso y una prisión
Fíjese don Silverio, que si los socialistas no hubiesen dado el paso de la investidura, poniendo el reloj en marcha, todavía estarían los legisladores absortos con el vacío legal, los politólogos desgranando las hojas de la margarita, el gobierno indefinidamente en funciones y el Rey montando a caballo en Babia